Hay alguna cosa que quiero compartiros antes que sea tarde. Estoy acostumbrado, desde cuando por defender las primarias y las listas abiertas podías ser expedientado, y algunos de los que ahora las piden votaban en contra, a sentir la mano en la espalda, el aplauso, el " estoy contigo...pero el cargo o el trabajo me impiden votar contigo"...He podido hasta comprenderlo porque no me gusta jugar con el pan de los hijos de nadie. Pero ya no lo comprendo ni lo admito. Podéis seguir haciéndolo, pero ni me llaméis ni me pongáis mensajes para excusaros. Lealtad no es vasallaje. Yo, por ejemplo, defiendo al Gobierno Valenciano allá donde voy, y más a su Presidente y compañero. Pero en materia de política y partido, siento, pienso, defiendo y propongo lo que considero en uso de mi irrenunciable libertad. Siempre lo hice y lo pude combinar.
No es tan difícil. Solo hay que tener compromiso y una forma de ver la vida concreta y clara. Nuestro partido atraviesa una crisis que no admite medias tintas ni camaleonismo. Por eso no me vale que me digáis que en voto secreto votáis distinto que a mano alzada, o que vendríais a un acto de las plataformas pro congreso pero no podéis por miedo a represalias, porque sois alcaldes, diputados o asesores lo que quiera que seáis. Haced lo que consideréis mejor. Pero quizás algún día alguien os pregunte : ¿ Si no eres capaz de arriesgar para defender lo que piensas dentro de tu propio partido qué arriesgaras para defender los intereses colectivos fuera de él y frente a élites poderosas?
Un partido de serviles y no de servidores, de obediencia debida más que de disciplina y de miedos más que de respetos, nunca lo quise, no lo quiero y jamás lo querré. Estamos en el Siglo XXI. Ya lejos de la Ilustración. Y mucho más del Medievo.
No hagáis buena la frase de Nietzsche " la política es el campo de trabajo de ciertos cerebros mediocres".
Andrés Perelló © 2017
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